miércoles, 27 de junio de 2007

¿Es éste el cráter de Tunguska?




El 30 de junio de 1908, en las lejanas tierras siberianas, cayó del cielo un meteorito/asteroide/cometa que explotó a unos cinco km de altura sobre la zona llamada Tunguska. Tal fue la magnitud de la explosión (entre 5 y 10 megatones), que todo quedó arrasado en un área de 2000 km2 a la redonda, además de provocar ondas sísmicas que pudieron detectarse en otros lugares del planeta e inusuales resplandores en el cielo nocturno de Europa y Asia Central.


No fue hasta la década de 1920 que se pudieron realizar las primeras exploraciones a este recóndito lugar. Leonid Kulik dedujo el epicentro de la explosión por la distribución radial de los árboles caídos, que pasados 20 años, seguían en la misma posición. Todo intento de encontrar los restos del cuerpo cósmico fueron infructuosos, teniendo en cuenta que seguramente se debió de volatilizar literalmente antes de impactar con el suelo. Hay que decir que las autoridades rusas no habían considerado interesante estudiar el fenómeno, teniendo en cuenta además que el suceso había ocurrido en una zona muy alejada de los lugares habitados. Gracias al inhóspito clima siberiano, las pruebas de la explosión habían permanecido inalteradas durante años.


99 años después del suceso, un grupo de investigadores italianos, liderados por Luca Gasperini (Instituto de Ciencias Marinas de Bolonia), han sugerido que el Lago Cheko, situado unos 8 km al noroeste de donde siempre se ha aceptado el epicentro de Tunguska, podría ser la prueba irrefutable del impacto, o al menos de alguno de los fragmentos en los que pudo fragmentarse el cuerpo cósmico. Para empezar, este lago tiene una forma ovalada en la dirección SE-NO que se calcula que traía el meteorito/asteroide/cometa. Tiene además un fondo con forma de embudo de 50 m de profundidad, totalmente diferente a otros lagos cercanos, que son mucho menos profundos y con un fondo más plano. Exceptuando la orilla sudeste, con un fondo que apenas llega a los 2 m de profundidad, el resto del lago es bastante circular. En la imagen se ve una recreación de cómo sería dicho lago si tuviera mucho menos agua, con lo que claramente se aprecia la forma circular.

Si estamos ante el cráter de impacto de Tunguska, no lo podemos afirmar todavía con seguridad. Los científicos tendrán que analizar los resultados de Gasperini y sus colaboradores y nuevos estudios se tendrán que realizar para confirmar o refutar sus afirmaciones.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusta

Anónimo dijo...

Me parece una página muy interesante. A partir de ahora entraré para aprender y actualizar noticias.